España es, al revés de Portugal, un estado de naciones, un estado regional dotado de autonomías. Cada una de esas regiones ha ganado el derecho a elegir a sus representantes locales. Podemos comparar su estatuto con lo que tienen las autonomías portuguesas, las Azores y Madeira. Ayer, los madrileños han elegido a su gobierno autonómico. El PP ha obtenido una extraordinaria victoria a expensas de las izquierdas, en particular de Pablo Iglesias, que quedó en último lugar. Los socialistas del PSOE tampoco pueden quedarse tranquilos con el resultado, el peor de siempre en la comunidad.
Evidentemente, hay una extrapolación de este resultado regional a la política nacional. En este contexto de pandemia, son muchos los que ven un fracaso de las políticas de Pedro Sanchéz en la gestión sanitaria, un desgaste que probablemente conducirá al PP o incluso a la extrema derecha a La Moncloa. Pablo Iglesias ha comunicado al país que abandonaría la política, una decisión in extremis, una autoresponsabilización inevitable, alejándose mientras recupera su condición de uno de los grandes líderes de la izquierda española.
Yo he seguido estas elecciones con relativa indiferencia, no queriendo atribuirles una importancia excesiva. Además, hay otros asuntos que, en este momento, me merecen más atención. En los últimos tiempos, he aprendido que no debemos perder demasiado tiempo con circunstancias puntuales. La realidad cambia a toda prisa. La pérdida de energía con la política y sus sucíos meandros no es dignificante y nos aleja de lo esencial.
Bueno, me encanto tu escrita en galego (desculpa o meu portenhol) ehehehe
ResponderEliminarAbrazo y Viva VOXX ;)
Eu não escrevi em galego; escrevi em castelhano/espanhol. :)
EliminarPero sei escribir en galego tamén.
Um abraço.
Me perdona pelo meu lapso ehehehehehe
ResponderEliminarAbraço
Eheheh
EliminarMi español tampouco es muy bueno. Me preocupa la ascensión de una extrema derecha radical. Es un pleonasmo, extrema derecha radical. :D
ResponderEliminarDe hecho, lo es. :)
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