21 de maio de 2021

La crisis de Ceuta.


    La crisis de Ceuta me recuerda la de Oriente Medio. Ocasionalmente, Marruecos e Israel, o más bien el Hamás, inician un nuevo conflito, hasta que todo se tranquiliza. De verdad, me parece que la primera es de más fácil resolución, aunque no sea simple. Además de las corrientes migratorias, hay el problema del Sahara Occidental, antigua colonia española que Marruecos reivindica como parte de su territorio y que España abandonó a su suerte en 1975, tras la muerte de Francisco Franco.

   Los españoles argumentan que Ceuta, que fue conquistada por Portugal en 1415 y decidió no seguir con el reino en 1640, es una plaza legítimamente suya; que el Reino de Marruecos tampoco existía en el siglo XVII cuando, después de 1668, con el tratado de reconocimiento de la independencia de Portugal, Ceuta se quedó en sus manos. Hay unos cuantos ultranacionalistas que retroceden más, defendiendo que el norte de África hizo parte de la antigua región romana de Hispania en un momento determinado de la historia. En mi opinión, es toda una clase de argumentos supremacistas y anacrónicos. Ceuta está en el territorio norteafricano, es decir, naturalmente es marroquí, y Marruecos seguirá “acosando” la ciudad. Un día, logrará reunir Ceuta, y probablemente Melilla, a su territorio. Otra cosa es la autodeterminación del Sahara, que defiendo sin reservas. Además, España, con alguna hipocresía o crisis amnésica, reclama el cumplimiento del derecho internacional relativamente a Ceuta, infrigiéndolo al no devolverle Olivenza y sus pueblos promiscuos a Portugal, ocupación nula desde el Congreso de Viena (1815).

   Una solución política y pacífica para Ceuta (y Melilla) es poco probable en un futuro inmediato. La Unión Europea reconoce la soberanía de España. Posiblemente, Marruecos esperará la confirmación de sus derechos hacia el territorio saharaui para, después, dirigir su atención a las dos ciudades autónomas españolas, amenazando, quizás, el propio territorio peninsular, haciéndose la guerra. Un pronóstico terrible, pero no imposible con esta escalada de tensión.

2 comentários:

  1. Na minha opinião, aquilo é dos marroquinos, como Gibraltar é dos ingleses. São resquícios do colonialismo e das conquistas doutros tempos.

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