Mostrar mensagens com a etiqueta Libros. Mostrar todas as mensagens
Mostrar mensagens com a etiqueta Libros. Mostrar todas as mensagens

30 de maio de 2022

O deus das pequenas coisas.


   Terminei há uns dias um livro extremamente útil para se conhecer a realidade sociocultural da Índia. O deus das pequenas coisas foi publicado em 1997 e, no mesmo instante, tornou-se num enorme sucesso literário pelo mundo fora, rendendo à sua escritora, Arundhati Roy, o Booker Prize. É a estória de dois irmãos gémeos e a sua mãe que, por circunstâncias menos felizes (fatídicas), se vêem afastados, e são-no sobretudo pelo contexto em que se inserem. São-no porque vivem num país que, naquela época (e que hoje continua a fechar os olhos), permitia o iníquo sistema de castas; uma sociedade pejada de complexos de todo o tipo, onde uns se julgavam mais do que outros, porque tinham sangue inglês, costumes britânicos, ou inclusive porque professavam o cristianismo. Juntou-se o mau ao péssimo. Aos preconceitos seculares (milenares?) da sociedade indiana, o racismo institucional e social que era prática comum entre os britânicos, e que o levaram para a Índia junto ao colonialismo, perdurando além do seu fim. No meio de tudo, dois meninos e a inocente Ammu são apanhados com os seus sonhos, os seus atrevimentos, as suas brincadeiras, ousadias, e as tentativas maliciosas, cínicas, de se recompor, coser, o que está (estaria?) mal. Remendos num tecido velho. Remendos que destroem vidas, irremediavelmente, irreparavelmente. 

    Uma Índia de fortes contrastes sociais. É, em suma, uma crítica rotunda, taxativa, à Índia injusta, que vira a cara às suas misérias e aos mais desfavorecidos em razão da sua ascendência ou posição social, que se consome a si própria e ao seu povo, extremamente diversificado cultural, linguística e religiosamente. A política e o confronto ideológico atiçaram ainda mais o lume naquele gigantesco mantra em combustão.

    Li-o em castelhano, embora também tenha uma edição em galego. Avancei já para o Ulisses, de James Joyce, uma obra complicada, intrincada, que exige atenção e, sobretudo, maturidade, e cuja tradução do inglês envolve muita perícia e astúcia. 

2 de outubro de 2021

Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino.


    Terminé hoy las Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino, el clásico de la literatura de ese gran autor de ciencia ficción que fue Julio Verne. Honestamente, y aunque la obra sea sorprendente, puede resultar agotadora, porque Verne se preocupa demasiado en enumerar y describir exhaustivamente todas las especies marinas con las que el Profesor Aronnax se depara mientras sigue su viaje en el Nautilus, la bestia que provocó tanto espanto en los buques de su época y respectivas tripulaciones. 

     La historia tiene lugar en todos los océanos del planeta. Sus personajes, el Prof. Aronnax, su pupilo Conseil, el imprevisible arponero Ned Land y el misterioso Capitán Nemo viven sus aventuras a bordo del submarino, mostrándonos un impresionante mundo subacuático lleno de monstruos de dimensiones colosales, continentes perdidos y cavernas misteriosas.

   Verne anticipó una revolución en los mares. Su aparato es común en nuestros días. Sentimos el asombro que la electricidad y sus potencialidades le despiertan. En este momento de evolución tecnológica, muchos de los logros de Nautilus no nos impresionan. Lo mismo no pasa con el Capitán Nemo. Nada sabemos de su origen y sus motivaciones. De modo similar a lo que le pasó al Profesor Aronnax, nosotros también nos dejamos atraer por la seguridad del capitán en todas sus decisiones, su temperamento inflexible, su carácter y terquedad.

     Fue mi primera lectura de Verne, y estoy seguro que no será la ultima. Sé que Verne reservó todo lo que queremos saber del Capitán Nemo en una obra llamada La Isla Misteriosa, que tengo que comprar. Fue, de igual forma, mi segunda lectura en castellano después de La Casa de los Espíritus.

7 de junho de 2021

La Casa de los Espíritus.


   He terminado en este momento el libro que me ocupó las últimas semanas. Obra más conocida de Isabel Allende, La Casa de los Espíritus es una ficción ambientada aparentemente en el Chile del siglo XX, lo que incluye los períodos de democracia y dictadura, después del golpe del general Pinochet. El nombre del país y los nombres de los protagonistas políticos jamás son mencionados, pero suponemos que Allende se refiere a Chile.

  Hay un misticismo que acompaña la existencia de Clara, un personaje decisivo en la narrativa, principal protagonista de la obra. Clara, con su capacidad visionaria, contacta con los espíritus e imprime a la historia su carácter realista mágico y fantasioso.

  Allende hizo un abordaje al Chile de aquellos tempos, e identifiqué semejanzas de fondo con el libro que leí antes de este en la crítica social y política. La Casa de los Espíritus es un cuento de desigualdad social e injusticia, menosprecio y violencia, supremacismo y subyugación, con fragmentos de excentricidad.

  El encuadramiento político y social es imprescindible para sustentar la narrativa. La fortuna de Esteban Trueba tiene su origen en la explotación de los nativos en el pasado, aunque él haya trabajado para rehacerla después de la pérdida provocada por una mala gestión. Lo mismo se puede decir de los sufrimientos por los que han pasado Pedro Tercero García, Jaime, Amanda, Alba o incluso Esteban García, producto de la violación, del rencor. Como Allende ha explicado en el final, hay una sucesión de “eslabones” en una cadena de hechos. Allende, a mi parecer, no se apoderó del destino de sus personajes. El tiempo, y este libro atraviesa prácticamente un siglo, construye y merma a los malos, da a los buenos su puesto de héroes, pero sorprendentemente, quizás por haber sido escrito en 1981, no nos da esperanza.